'La
puta enamorada' no ha podido tener mejor fin a dos años de
trabajo,esfuerzo y gran dedicación,recibiendo el gran aplauso del
público malagueño que no ha dudado ni un segundo en devolver un
mínimo de lo mucho que los tres actores nos dan en una hora y media.
La
obra nos presenta al pintor Diego Velázquez, al que el Rey ha
encargado que le pinte un cuadro de su amante, la Calderona, orden
que el pintor y la modelo no aceptan de buen gusto porque es una
imposición del que paga y ambos se echan en cara ser iguales, una
prostituta del poder que hace lo que manda aquel que paga.
Aún
así, el pintor, encuentra la forma de dar salida a su creatividad y
se rebela frente a lo convencional, para conseguir una de sus obras
más personales, partiendo de un encargo crea una obra maestra de la
pintura, la famosa “Venus del espejo”.
Con
tan sólo tres personajes: la Calderona, Lucio su criado y Diego de
Velázquez,la historia se sitúa en un decorado único, el estudio
del pintor.
Del
drama a la comedia, obviando la tragedia, una pieza que podría
encasillarse en lo clásico pero que no puede ser más contemporánea.
El texto lo es. El trasfondo lo es. Los personajes, a pesar de no
parecerlo, también lo son.
Cabe
destacar a Eva
Marciel,una Calderona de raza, apasionada,
sincera, de carácter fuerte, artista, sensual, deseada, muy
inteligente,una
mujer 'de rompe y rasga',a
la que cuesta creer rendida al amor.Traspasa
y llega de lleno al espectador comenzando por sus alegrías y
acabando por sus lágrimas.
La
acompañan
Federico
Aguado,que
encarna a un Velázquez
aparentemente seguro,elegante y refinado al que el inesperado amor
envuelve en vulnerabilidad,
y
Javier
Collado,que
forja
a
Lucio,el
criado de la actriz, que está enamorado desde siempre de ella y que
propiciará el
trío amoroso más
complicado.
La
tragedia que se produce debido al amor,los toques de comedia
constantes,la música y la maravillosa escenografía hacen incluir
al espectador en la obra
como
si uno mismo padeciera
cada sentimiento.
Atrapa
al espectador desde el primer momento y consigue
trasladarnos a la España del Rey
Felipe IV.
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